En esta práctica encontré un contenedor para la vida. Un microcosmos que refleja, adentro de la pista de baile, todas las dinámicas que vivimos afuera de la misma.
Encontré un framework con el cual me es posible discernir el punto de la danza — de la vida — en el que me encuentro.
En los pocos años de experiencia que he tenido dentro de la práctica de Contact Improvisation, he visto y escuchado una gran cantidad de cosas.
El drama político, las peleas territoriales, los dimes y diretes de qué es y qué no es Contact Improvisation.
Es de esperarse. Siendo esta una práctica que refleja a la vida, no me sorprende el hecho de que los mismos problemas humanos que ocurren a nivel global también ocurran en una comunidad tan joven.
Quizás no sea un experto en el tema, pero tengo un corazón que siente y esto que siente le hace doler.
Si dentro del espacio de una generación ya han acontecido múltiples quiebres, ¿que esperanzas nos quedan para el futuro?
Se habla de querer mantener la “pureza original” de la práctica, usualmente definida por una etapa en la que cuerpos atléticos (mayoritariamente masculinos) se lanzaban energéticamente unos a otros.
En contraste, he tenido la fortuna de tener grandes maestras que, con criatura en brazos, me enseñaron la energizante dulzura desde la cual el contacto puede surgir.
Si nos enfocamos en defender esa “pureza original”, en la que el enfoque estaba en la fuerza y la acrobacia, limitamos nuestra capacidad de explorar la dulzura y la vulnerabilidad que también forman parte importante del Contact Improvisation.
Se habla de espacios sin sensualidad, cuando el contacto es sensual por definición. Se habla de espacios sin intimidad, cuando el contacto es íntimo por naturaleza.
Condeno el juicio de los espacios en los que todo esto y más es permitido, en vez de poner la responsabilidad sobre las personas que deciden abusar de estos espacios tan importantes para la expresión de nuestra humanidad.
Contact Improvisation es punk desde su concepción. Es anárquico. Sus primeros practicantes rápidamente comenzaron a desafiar muchas de las normas sociales presentes en aquellas épocas.
Y aunque estoy seguro de que habrá quien se sienta aborrecido por algunos de estos términos, lo siguiente es innegable:
En la esencia de Contact Improvisation se encuentra el deseo innato de libertad. Libertad de la gravedad que mantiene nuestros cuerpos al suelo. Libertad de nociones preconcebidas que limitan mi ser.
Continuamente hablo con personas de diversos orígenes y todas parecen concordar con esto.
Entonces, ¿como es que parece haber esta división entre lo que es y no es Contact Improvisation?
Todos conectamos en un mismo punto, confluimos y divergimos. Coincidimos. Somos atraídos, solo para después ser repelidos. Nos vemos influenciados. Encontramos contrastes e intersecciones. Sentimos empatía. Colisionamos.
En esta — nuestra danza infinita — nada queda fuera del Underscore. Mientras continuemos navegando el espacio, ¿estamos dispuestos a desafiar nuestras creencias sobre lo que es Contact Improvisation?
Solo juntos, con corazones abiertos y mentes dispuestas, podremos seguir explorando las infinitas posibilidades de esta práctica.
En la danza nos encontramos y en la danza nos entenderemos.
Que así sea.
